Te encuentras tranquilamente, flotando en el éter, en un estado de duermevela, lejos de todo o eso crees tú. Cuando de repente. Carlos José no chupes el bronceador, Alejandro no mojes a esa señora, Alberto devuelve le la pelota a Vanesa, MAMA,MAMA,MAMA, grita otro cada vez más fuerte, y sin que su "querida mama" a menos de un metro de distancia le haga ni p... caso.
Y entonces vuelves a la realidad, y en vez de creer que estas donde creías estar, estas en el Club del Mar.
Por que esas señoras/es, no se preocupan un poco por los demás, y de paso enseñan un poquito de comportamiento cívico a sus retoños, que puede ser bueno el día de mañana, como dirían las abuelas.
Sin trabajo nada prospera.
Sofocles.
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